EL HOMBRE QUE SE HABÍA SENTADO DELANTE DE Mí (EHQ 2013)

El hombre que se había sentado delante de mí en el asiento de copiloto del coche del Araña, no dejaba de parlotear sobre las veces que había visto El Padrino y cómo eso le había ayudado a aguantar en la trena los 158 días de preventiva. No dejaba de parlotear, mirando y haciendo el tipo de cosas que mosqueaban al Araña, que precisamente se llamaba así por la peli de Scorsese en la que el hijo de puta del enano le pega un tiro en el pie al camarero mientras le dice baila Araña, baila. El hombre no dejaba de parlotear y mirar al Araña y darle en el hombro y salpicarle con la salivada de El Padrino y negarse una y otra vez a que pusiera música. Tanto movimiento de cabeza, hizo que el pincho con que le ensarté desde la parte de atrás se le metiera de mala forma, así que tuve que hincarle dos o tres viajes más. El Araña puso una cara rara, pero siguió conduciendo sin poner música hasta el vertedero y después sacamos la gasolina. El Araña se reía porque el puto bocazas del enano todavía se movía mientras ardía el coche. Le daban como espasmos al muy cabrón