NOTA DE SUCESOS PARA AGUSTÍN DE JULIÁN HERRAINZ


Recuerdos de la habitación de pensión del centro de la capital donde encontraron el pendulante cadáver de Bambi, un verano pegajoso como éste. Tenía 57 años. Estaba recién afeitado, y más gordo que en el último recuerdo que teníamos de él, aunque seguía teniendo esa cosa. Por ella, nadie en la escena dijo nada. Nos dedicamos cada uno a lo nuestro. Fue como una especie de duelo. La temperatura era de 37,2 grados Celsius en el momento del atestado. Quedamos a la espera de un segundo análisis.