CHISMORREO SOBRE UNA OBRA MAESTRA (2014)



He escrito un cuento laaaargo que empieza con un escritor que pulsa el delete. El Delete sobre el icono de carpeta de windows en que guarda todas y cada una de las versiones de su Gran Novela. Empieza con ese breve/bobo acto de dejadez mística y luego todo pasa por un estado de degeneración que lleva al protagonista a desdecirse y querer Recuperarlo. 

Por supuesto, todo está repartido en dosis excesivas de diálogo, descripción mental y aforismos sobre usos y costumbres. Justo entonces, la cosa se complica. Tras el segundo /antagónico atisbo místico (fogonazo de pólvora dostoievskiana filtrado por un calcetín de Max Estrella por el que cuela el negro aguachín del texto), resulta que, de la Obra, nada. Ni recuperado sesiones anteriores del pc puede hacerse con ninguna de las versiones que tendría que haber en la nube, en documentos de txt y similares filtradores de la nube. LA NUBE Y NADA. 

Y cuanto más nada, más ubi sunt del prota y una paralela mochuela en la vida fuera de la Búsqueda, donde hay una pequeña judía en un bote de cristal de su hijo que se la han mandado en la escuela y que (oh) tiene que ver cómo crece, se alarga en busca del calor y la Luz. Igual que eso, crece La Necesidad de Recuperar el Texto. Luego el cuento se convierte en una miserable búsqueda de, primero técnicos mediocres, luego hackers de baja media y alta calaña y así hasta llegar a la AAD, que pone al dostoievskiano protoagonista del cuento en contacto con la HDED, organización de fondos reservados, en encarnizada lucha con el grupo de activistas lésbicas Apocalipso Delete. Todo siempre en un ámbito cada vez más profesional, oscuro y ridículo, ciberdostoiesvkianamentre hablando (por supuesto). Y después de todo eso, nada. Todos le acaban diciendo que nada. Que los sacrificios (dinero, traiciones, sexo transaccional, mentiras etc.) han revelado que nada de nada. Naranjas de la china. Rian de rian. No woman no cry. Nay de la nui. Nonai no nonai. En vulgo: que nada. N A D A.

Luego el cuento da un giro flipante hacia el cine del Holliwood que tiene lo peor de los 40 y lo mejor de los 50 y al final todo acaba en un multimillonario circo de Pulgas